Establecer una cronología en un conjunto de documentos manuscritos consiste en datarlos en el tiempo y determinar cuáles se realizaron antes y cuáles después, detectando cambios en las grafías debido a causas fisiológicas (el transcurso del tiempo, la edad del escribiente) y signos de desestructuración debidos a causas patológicas (enfermedades padecidas por la persona).
La evaluación de estos dos factores permite concretar dentro de un rango temporal la ejecución de cada uno de los documentos.