Además de comprobar la veracidad de las firmas obrantes en dichos documentos, analizamos la superposición de trazos y tintas para detectar alteraciones de tipo físico como añadidos, enmiendas, tachaduras, correcciones, raspados y observamos la reacción del papel a las diferentes radiaciones de luz para detectar alteraciones químicas como lavados o borrados en cualquier tipo de documento con valor mercantil, laboral o social: cheques bancarios, pagarés, recibos, nóminas, contratos, pólizas, albaranes, facturas, consentimientos médicos…, y un largo etcétera.